En Punta Cana hay un sinfín de actividades para disfrutar y experiencias que harán que tus días se llenen de diversión.

Podremos empezar la jornada con un delicioso desayuno en el buffet del hotel, degustando frutas frescas, bollería, huevos o platos típicos locales. Nada como comenzar el día en la terraza, con el sol del Caribe y un zumo recién exprimido en la mano.

Después, llega el momento de movernos un poco: mientras los niños se divierten en las piscinas y en el área infantil con juegos y actividades adaptadas, los adultos pueden aprovechar las instalaciones deportivas del hotel. Desde tenis, tiro con arco, ping pong y minigolf, hasta actividades acuáticas como kayak, windsurf, catamarán o buceo. También hay clases de yoga, aerobic, fitness y zumba, además de campos de fútbol, baloncesto, voleibol y bádminton para quienes quieren mantenerse activos durante las vacaciones.

A la hora del almuerzo, los restaurantes y bares del hotel nos ofrecen opciones para todos los gustos. Si no queremos ir al buffet, podemos probar el Snack Bar con hamburguesas, sándwiches, perritos calientes o tacos, sin olvidar la oportunidad de saborear platos locales y dejar que los niños elijan sus favoritos.

Por la tarde, la playa nos espera con sus arenas blancas y aguas cristalinas. Un baño refrescante, unas gafas de snorkel y quizá algo de suerte nos permitirán descubrir peces tropicales e incluso tortugas en su hábitat natural.

Cuando llegue la hora de la cena, podemos optar por un buffet variado o por alguno de los restaurantes a la carta del hotel, perfectos para disfrutar en familia sin preocupaciones.

Si queremos vivir una aventura juntos, Punta Cana ofrece excursiones inolvidables. Podemos, por ejemplo, recorrer la bahía de Samaná en catamarán para observar ballenas jorobadas y aprender sobre su comportamiento.